Nota que nos acaba de pasar Anita por Twitter: la pareja de Cuando me sonreís también aparece hoy en diario Perfil:
"Estamos esperando el momento de besarnos"
Protagonistas de Cuando me sonreís, la tira que produce RGB para Telefe y que arranca el miércoles a las 22, confiesan que en el mundo de los actores siempre existen fantasías. Competirán con Tinelli, pero juran que no estarán pendientes del rating.
Por Mario A. Otamendi
La química es la ciencia que estudia la composición de los cuerpos simples y sus reacciones, y la creación de productos artificiales a partir de ellos. La definición académica no podría ser más exacta para pintar la “magia” que transmiten Julieta Díaz y Facundo Arana cada vez que se miran a través de sus personajes Gastón Murfi y Luna Rivas en Cuando me sonreís, la nueva tira en HD que a partir del miércoles 3 de agosto a las 10 de la noche debutará en la pantalla de Telefe. El único momento disponible para hablar con ellos fue el del almuerzo: “Arrancamos en piso o exteriores a las 9 de la mañana y terminamos a las 7 de la tarde porque es muy complicado meter cuatro capítulos por semana. El tema es que, cuando todavía no saliste al aire, grabando con tiempo hay posibilidad de modificar algunas cosas. Recién ahora estamos en el ritmo con el que tenemos que encarar toda la tira”, afirma Facundo mientras se prepara para comer un pollo grillé con puré de calabaza. Frente a él, con idéntico menú, está Julieta.
—Ustedes trabajaron juntos hace diez años; cuenten...
ARANA: (Adelantándose a la pregunta) ¡Julieta está igual, y yo parezco el papá!
DIAZ: ¡Qué mentiroso! Fue en 099 Central. El era Tomás Ledesma y yo Gabi Valentini. En aquel momento, Facu era el héroe de la novela y yo formaba parte del elenco. Nos cruzábamos, pero no estábamos todo el tiempo ni teníamos una historia de amor.
—¿Y ahora cómo es?
A: Fue un hallazgo. La química de una pareja cuando tenés que hacer una tira es algo que, por mejor actor o actriz que sean, no se fabrica. Se da o no se da. Nosotros nos miramos durante la escena y te encontrás en el otro...
—Van a ocupar la franja horaria que deja “Un año para recordar”, con un rating bastante bajo. ¿Cómo pelearán con Tinelli?
A: La palabra no es “pelear”: compartiremos la grilla con gente que tiene mucha gimnasia en lo que hace, que es el gran show de la televisión, pero nosotros ofrecemos una gran historia para contar, y no vamos a desesperarnos preguntando: “¿Cuánto estamos midiendo?”. Nuestro programa toca una tecla distinta. Hoy hay muy buenas ficciones, pero distintas. Ni siquiera podés comparar el programa de Campanella-Francella con El puntero. La nuestra tiene otro estilo y está muy bueno sumarse al conjunto de ficciones que hay con la que faltaba.
D: Hoy llamás más la atención con algo bueno y tranquilo que con algo ruidoso.
—¿Te referís a Tinelli?
D: Claro, hay mucha cosa espectacular, muy histriónica y de pelea, mientras que nosotros llegamos con una ficción de verdad.
—¿Qué es lo distinto a las demás parejas televisivas que le ofrecerá la de ustedes al público?
D: Nosotros tenemos muy buena relación afuera del trabajo y nos da confianza dentro del set para jugar con el otro. Ese enganche se potencia porque es además nuestra primera vez juntos, cuando hay parejas que se repiten. ¡Ya vamos a ser como Gustavo Bermúdez y Andrea del Boca!
—Toda pareja se sella con un beso, y el público lo espera...
A: ¡Yo también!
D: Estamos esperándolo, porque tenemos tantas escenas en las que nos miramos y estamos tan enamorados... Entre nosotros hay un montón de situaciones románticas, quizá más interesantes que un beso.
A: Igual, estoy esperando el beso. Por supuesto que lo digo simpáticamente, porque cada uno de nosotros tiene su pareja. No quiero que parezca solemne, pero en una tira pasás un montón de horas junto a tu compañera, y haciendo un laburo que requiere muchísima concentración. Y el punto álgido de los protagonistas es cuando sellan eso que les pasa. Nunca te puede pasar que aquella persona con la que estás trabajando sea parte de tu vida. Y Julieta es parte de mi vida.
D: A mí me ha pasado que uno entra en un idilio con sus compañeros en general, y con el galán en particular, pero es un idilio que no es platónico. Esto sucede porque nosotros trabajamos con los sentimientos, y hay algo que uno tiene que compartir. Después hay gente a la que se le mezcla todo y hace quilombo, pero nuestra situación es distinta porque Facundo se la pasa hablando de María (Susini) y yo de Brent (Federighi, norteamericano). Los dos tenemos nuestras parejas, estamos enamorados, y vamos a comer asados todos juntos. También estoy en idilio con Lali Espósito, porque en la tira es mi hermana y me agarró un amor tremendo por ella. Los actores trabajamos con los sentimientos y nos pasan mil cosas.
—En lo personal, ambos tienen sus vidas “hechas”, pero en la ficción sus personajes también tenían todo “organizado” hasta que todo se fue por la borda...
A: Es que así es la vida misma. A veces, exagerada, pero siempre tratando cuestiones que son habituales entre las personas, pero que son fantasías comunes a todo el mundo.
D: Son cosas que uno sabe que pueden pasar, pero sabemos que estamos trabajando.
A: Lo bueno es que podemos darnos el lujo de hablar simpáticamente de estas cuestiones, pero es natural que la gente se pregunte: “¿No tenés fantasías; no mirás, no sentís, no olés?”. Esto es jugar con las fantasías.
—¿Las fantasías de ustedes son las pesadillas de sus parejas?
D: No, yo tengo la suerte de estar con una persona maravillosa y que además no trabaja en el medio. Hace cuatro años que estoy con él y no es celoso. Imaginate que estuve con galanes como Luciano Castro, y ya se hubiese cortado las venas. En realidad, soy yo la que cada vez está más celosa de él.
A: Es buenísimo poder vivir y trabajar en este nivel de simpatía. En la vida del actor, estoy pasando el mejor momento que suma la experiencia con la potencia de aún ser joven. Yo ya soy todo un tipo, pero tengo las ganas y la fuerza para bancarme una tira entera y disfrutar al mango cada escena.
—¿Y qué va a pasar cuando la edad no te dé para ser un galán?
A: Ojalá pueda ser como Arnaldo André, porque hoy lo ponés a hacer de galán y a las mujeres se les cae la bombacha. Además, es un ser maravilloso, un caramelo, y generoso por naturaleza.
Fuente: Perfil.com
